sábado, 28 de agosto de 2010

Cómo Vivir en Una Comunidad Armoniosa


Aceptar a los otros, es la base de las organizaciones y por ello se llaman comunidades, cuyo trato mutuo se basa en la práctica de valores fundamentales como el reconocimiento, la tolerancia y la imparcialidad.

Para desarrollar la convivencia se deben dar un conjunto de características, desde la propia manera de ser, pensar y sentir, hasta la los valores personales, la capacidad de diálogo y la concepción de la responsabilidad con lo comunitario.

Participar en un Consejo Comunal, es avocarse a crear las normas de convivencia y hacerlas cumplir, en aras de tener una mejor calidad de vida.


Algunas de esas normas, son las siguientes:

No debe permitirse el partidismo.

No se permite realizar necesidades fisiológicas en lugares públicos.

No se permite ingerir bebidas alcohólicas ni sustancias estupefacientes.

Los vehículos automotores no deberán estacionarse en aceras, pasos peatonales, paradas de transporte público, entre otros lugares comunes.

El dueño o dueña de un animal, estará obligado u obligada a brindarle alimento y atención sanitaria adecuada a su mascota.

Se prohíbe que los animales domésticos hagan sus evacuaciones sobre las aceras, calles, plazas, parques, y cualquier vía de uso público.

Todos los perros deberán ser llevados debidamente con sus correas y/o cadenas, con sus respectivos collares.

Se prohíbe arrojar desperdicios en la vía pública. Los desechos deben ser colocados en bolsas especiales y en sus respectivas casillas de recolección de basura.

Prohibido realizar ruidos que molesten o perturben la armonía dentro de la urbanización.

“Una comunidad organizada, vencerá siempre los vicios de la sociedad”. (Felix Rausseo)



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